Se conoce que una
intervención retórica de una hora en público demanda las energías y calorías de
8 horas de trabajo físico. El orador debe estar en condiciones físicas idóneas
a las exigencias físicas del buen discurso.
Dice una máxima:
"Si trabajas con la mente, ejercita los músculos; si trabajas con los
músculos, ejercita la mente." El orador que trabaja principalmente con la
mente debe procurar el ejercicio muscular (caminatas, labores que demandan
esfuerzo, ejercicios estacionarios, trotes, etc.). Aun 15 min. diarios serán
muy provechosos.
Horario para
acostarse y levantarse. Se debe dormir más o menos 8 horas cada noche. La luz
eléctrica y la televisión han producido una generación que vive de noche y
duerme de día.
El dormir es
voluntario. Tomás Alva Edison, quien nos dio más de 1,100 inventos en 60 años,
dormía y despertaba a voluntad. Ello es posible, sólo depende de la disciplina
y el uso de ciertas técnicas.
Cuida tu
Imagen. La primera impresión es vital. Ya que nadie tiene una segunda
oportunidad para dar una primera impresión.
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