sábado, 10 de diciembre de 2016

LA ORATORIA Y EL DISCURSO VERBAL




   El discurso verbal o escrito para que logre efectivamente cumplir con los propósitos de estética y persuasión, exigirá de la observación y la presencia de estos elementos que se interrelacionan entre sí. Conjuntamente con  La inventio, la dispositio, elocutio, y  de  la memoria, la estructura lingüística, necesaria para  el actio de la exposición oral ante un gran público.

    La inventio supone que el orador halle en su mente y experiencia aquellas mejores ideas, temas y propuestas que resulten las más adecuadas para su exposición y que claro interesen a la media del público al cual irá dirigido su discurso. Una vez que la inventio es un hecho entrará en juego la dispositio que refiere nada más y nada menos que a la organización de todas aquellas ideas, temas, surgidos en la inventio, en un todo cuidadosamente estructurado.

  El discurso puede constar de dos partes o de tres partes, en el primer caso, las dos partes mantienen una tensión recíproca en el todo y en el segundo caso, el más común, supondrá un desarrollo lineal con principio, medio y fin, siendo el exordio la parte inicial a través de la cual se buscará captar la atención del público, continuando la narratio por la cual el orador presentará su tesis y el asunto que motiva el discurso, luego la argumentatio presentará los argumentos y finalmente la peroratio que supone una especie de resumen de todo lo dicho a lo que se le sumará la opinión del público.
   En tanto, el estilo de un discurso, que por supuesto tendrá mucho que ver con el éxito del mismo, es menester de lo que denominamos más arriba como elocutio y finalmente la compositio, será el elemento que nos permitirá analizar la mejor forma de estructurar fónica y sintácticamente un discurso.

    Y como también señalamos, la presentación oral del discurso exigirá de un adecuado manejo de dos niveles, la memoria, por un lado, que es la que permitirá el recuerdo del mismo a través de por ejemplo el uso de reglas mnemotécnicas y por el otro, el actio, que tiene que ver con los gestos y la modulación de la voz que deben estar en consonancia con el contenido del discurso. Por ejemplo, si se trata de un tema que está relacionado con alguna amenaza al bien común, entonces, exigirá de parte del orador gestos y una entonación que denote seguridad, conocimiento y capacidad para resolver la cuestión.

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